Recursos cohesivos

¿Qué son los recursos cohesivos?

Los recursos cohesivos son elementos gramaticales y léxicos que permiten que el texto esté unido y sea coherente.

Las palabras que conforman el texto mantienen diferentes tipos de relaciones que contribuyen a la coherencia y permite que sea percibido como unidad, para esto se utilizan los recursos cohesivos.

Tipos de recursos cohesivos

Existen dos tipos de recursos cohesivos: léxicos y gramaticales.

Recursos de cohesión léxica

La cohesión léxica existe cuando las relaciones de cohesión son semánticas, es decir, las palabras se relacionan por medio de su significado. Los recursos léxicos permiten  evitar repeticiones innecesarias. Existen cinco recursos léxicos:

1. Sustitución por sinonimia: utiliza sinónimos o una expresión equivalente para sustituir un término.  Por ejemplo: Todos iríamos de vacaciones, habíamos esperado esos días de descanso desde hacía mucho tiempo.
2. Palabra general o generalizadora: son palabras que permiten referirse de manera generalizada a una serie amplia de personas, objetos o hechos. Se utilizan para reemplazar términos más específicos. Por ejemplo: todo, todos, hecho, suceso, vez, lugar, etc.
3. Hiperónimos e hipónimos: se utilizan los hiperónimos para designar un conjunto o clase, en cambio los hipónimos se refieren a una parte del conjunto. Por ejemplo: herramientas es el  hiperónimo, y  martillo, destornillador, pinza son algunos de los hipónimos.
4. Campo semántico:  son palabras o términos que se relacionan entre sí por un ámbito en común. Por ejemplo: aula, bancos, mástil, pizarrón, manuales, etc.
5. Repetición: se usan las repeticiones de un término de manera deliberada para generar un efecto poético o intensificar una idea. Por ejemplo: “A las cinco de la tarde. / Eran las cinco en punto de la tarde. / Un niño trajo la blanca sábana / a las cinco de la tarde.” Federico García lorca

Recursos de cohesión gramatical

Los recursos de cohesión a nivel gramatical son tres: la elipsis, la conexión y la referencia.

1. La elipsis: consiste en eliminar u omitir una palabra que se entiende gracias al contexto oracional. Se utiliza para no repetir innecesariamente. Por ejemplo: Algunos chicos juegan al fútbol, otros trabajan en la huerta.
2. La conexión: es el uso de conectores para unir oraciones, frases o párrafos con diferentes relaciones entre ellos. Existen diferentes tipos de conectores:
   1. de causa: ya que, porque, debido a, a causa de
   2. de consecuencia: por lo tanto, entonces, en consecuencia.
   3. de adición: además, tal vez, sumado a esto.
   4. de orden: primero, en primer lugar, segundo, por lo tanto, después.
   5. de orden temporal:al comienzo, más tarde, después que, mientras, luego.
   6. de ejemplo: por ejemplo, en particular, es el caso de.
   7. de oposición: pero, sin embargo, por el contrario.
3. La referencia: es el reemplazo de una palabra o construcción por un pronombre. Por ejemplo: El viejo carpintero arreglaba las sillas. Las llevaba al patio para limpiarlas primero.

Ejemplos de recursos cohesivos

• Hicimos un relevamiento de las empresas de la zona, averiguando la cantidad de jóvenes empleados. En general son contratados por la temporada turística, lo cual les hace tener un trabajo precario.
• “En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor.” Fragmento de Don Quijote de la Mancha M: de  Cervantes
• “Lo primero que notó la señora Prudencia Linero cuando llegó al puerto de Nápoles, fue que tenía el mismo olor del puerto de Riohacha. No se lo contó a nadie, por supuesto, pues nadie lo hubiera entendido en aquel trasatlántico senil atiborrado de italianos de Buenos Aires que volvían a la patria por primera vez después de la guerra, pero de todos modos se sintió menos sola, menos asustada y distante, a los setenta y dos años de su edad y a dieciocho días de mala mar de su gente y de su casa.” Fragmento de “Diecisiete ingleses envenenados” de Gabriel García Márquez
• “No es necesario decir que el muchacho, que se llamaba Augusto, porque ya han caducado los nombres de nuestro calendario, salió despreocupado, puesto que la despreocupación es la primera preocupación de este siglo.” Fragmento de “El casarse pronto y mal” de Mariano José de Larra